Continúa la ignominia contra nuestro patrimonio y nuestra memoria. El hotel sigue para adelante, arrasando no solo con el edificio de la Mundial, sino también con los adoquines históricos de la plaza del Hoyo de Esparteros. Diez plantas de horterismo, además de un aparcamiento subterráneo de 220 plazas, lo que significa que arrasarán con los restos arqueológicos que con toda seguridad encontrarán. ¿Este es el famoso diálogo de los arquitectos de vanguardia con la arquitectura prefuncionalista? Esto es simplemente destruir, destruir y destruir, eso sí, con mucha vanidad.
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