Invader, o cómo otro artista más, sin mucho que aportar, sobrevalorado, y cuya mayor originalidad consiste en permanecer en el anonimato, se hace publicidad gratis. El periódico informa de la retirada de la flamenca del Sr. o Sra. Invader de calle Santa María. Por lo visto hasta ha habido juicio porque el individuo pegó sus cromos en quince edificios de la ciudad, algunos declarados B.I.C. Digo yo que también debería haber habido juicio contra el que hizo la pintada en la misma pared un poco más abajo y contra los que deterioran o destruyen (derriban: Palacio del Marques de la Sonora; La Mundial, etc. etc. etc.) a drede nuestro mermado patrimonio arquitectónico. Contra esos no. No me lo explico, a no ser que lo que busquen unos y otros sea precisamente eso: aparecer en los medios, y claro por unos grafismos más o menos cutres sobre las paredes de nuestros edificios históricos y menos históricos, pues eso: que no sales en los medios, y si encima te cargas un palacio o una casa histórica o una calle entera o varias, nos tapamos todos y aquí no ha pasado nada.
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