Ya queda menos para que el desaguisado, la incultura y la ignominia se apoderen de otro trozo del centro histórico. Si el hotel del pasillo de Atocha no se ha levantado hasta el momento, no es por remordimiento de sus consentidores, sino por
cuestiones monetarias. Málaga importa poco. Otro hotel, un cubo, otro hachazo para nuestra memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario